26 de abril de 2016

Provincia de León

León (Llión, en leonés; León en gallego) es una provincia española situada en el noroeste de la comunidad autónoma de Castilla y León y su capital es la ciudad de León. Limita al norte con el Principado de Asturias y Cantabria, al este con la provincia de Palencia, al sur con las provincias de Zamora y Valladolid y al oeste con Galicia, concretamente con las provincias de Orense y Lugo. Tiene una extensión de 15.581 km² y en 2012 contaba con 494.451 habitantes.
Está dividida en 211 municipios, agrupados en siete partidos judiciales: Sahagún, León, La Bañeza, Ponferrada, Astorga, Cistierna y Villablino.
Lugar de paso entre importantes regiones de la península Ibérica, por la provincia leonesa discurren dos grandes rutas: de sur a norte la Vía de la Plata, y de este a oeste el Camino de Santiago.



Localización

La provincia de León se localiza en la parte noroccidental de la península ibérica, en la comunidad autónoma de Castilla y León (España). Limita por el norte con el Principado de Asturias y con Cantabria, donde la cordillera Cantábrica juega el papel de frontera natural entre la Meseta Norte y la costa cantábrica. Por el oeste, son distintas unidades del macizo Galaico-Leonés quienes ejercen de frontera con las provincias gallegas de Orense y Lugo. Al sur limita con las provincias de Zamora y Valladolid y al este con la provincia de Palencia, sin que exista una frontera natural entre ellas.


Geología

El territorio de la provincia de León no constituye una unidad homogénea sino que se pueden diferenciar tres grandes unidades geológicas: al norte, coincidiendo con la unidad morfológica de la cordillera Cantábrica, aflora el zócalo paleozoico, al oeste se encuentra la depresión del Bierzo y el conjunto constituyente del macizo Galaico-Leonés, y el resto del territorio lo constituye la cuenca sedimentaria que ocupa la mayor parte de la comunidad autónoma y en la que se distinguen dos tipos de roquedo, los materiales del viejo zócalo del Primario y los materiales sedimentarios depositados durante el Terciario y el Cuaternario en el centro de la misma.


Relieve

Desde el punto de vista estructural, el relieve de la provincia se organiza en torno a tres grandes unidades morfológicas: la cordillera Cantábrica, el macizo Galaico-Leonés y la Meseta. Las formaciones montañosas ocupan una parte importante del relieve, estando más del 50% de la superficie total por encima de los 1.000 metros de altitud.

Cordillera Cantábrica
La cordillera Cantábrica está representada por el llamado macizo Asturiano. De entre todo el conjunto destacan los Picos de Europa, donde los contrastes topográficos resultado de la orogenia hercínico-alpina se han visto acentuados por el encajonamiento de la red fluvial (con profundas hoces como el desfiladero de Los Beyos y la garganta del Cares), y donde encontramos cumbres que pasan de los 2.500 m de altitud como Torre de Cerredo (2.648 m) o Torre del Llambrión (2.642 m). Las formas verticales, los circos glaciares, los complejos kársticos, las gargantas, los neveros, los, las dolinas y las simas son los elementos más significativos.


En la zona occidental, las alineaciones se disponen de oeste a este, dejando corredores fluviales que, en el caso de los ríos Luna y Omaña, abrieron las depresiones que conforman las comarcas de Babia y Omaña. En el sector central, distintos cursos de agua abrieron valles transversales de disposición norte-sur, llegando a formar en algunas ocasiones gargantas como las Hoces de Vegacervera o las Hoces de Valdeteja. El modelado glaciar y el modelado kárstico dejaron su impronta con formaciones como la cueva de Valporquero .

Macizo Galaico-Leonés
Los montes galaico-leoneses cierran a la provincia por el oeste, separándola de Galicia. Constituyen un abombamiento del antiguo macizo paleozoico que se fracturó en distintas unidades: la sierra de Gistreo, con el pico Catoute (2.117 m), los Montes de León, con el Teleno (2.188 m), La Cabrera, con el Vizcodillo (2.121 m), y las montañas occidentales como los Ancares, con el Cuiña (1.992 m), y el Caurel, con el Montouto (1.541 m). En el centro de todas ellas se formó la hoya del Bierzo caracterizada por un paisaje de campiñas y vegas. Las cumbres son aplanadas, interrumpidas por alineaciones de crestones de cuarcitas (picones, altos, peñas), y las formas glaciares se manifiestan con ejemplos de valles en U o con lagos como los de Truchillas y La Baña.

                                           


La Meseta
El sector leonés de la Meseta ocupa la parte central y sureste de la provincia siendo el extremo noroeste de la cuenca sedimentaria que ocupa el interior de España. Con una altitud media entre 700 y 1.000 metros de altitud, es un relieve casi horizontal de páramos con suaves ondulaciones tan sólo interrumpidos por terrazas e interfluvios.

Los ríos que descienden, tanto de la cordillera Cantábrica como del macizo Galaico-Leonés, se han ido encajando en los depósitos, formando valles entre los que destacan los interfluvios. A estos relieves planos y elevados se les conoce como páramos de rañas o chanas.
 En la zona sur, sobre los materiales sedimentarios la erosión provocó amplios valles con interfluvios que apenas destacan. Estas llanuras onduladas, al entrar en contacto con los páramos del centro de la cuenca, dejan de ser espacios abiertos al ser interrumpidas por cerros testigo, tesos o alcores.



Hidrografía


Ríos
Debido a su estructura montañosa, la provincia leonesa reparte su territorio entre tres cuencas hidrográficas: Cantábrico, Miño-Sil (hasta 2008, ambas conformaban la Confederación Hidrográfica del Norte), y Duero. La cuenca del Cantábrico representa tan sólo el 2,2% de la superficie, limitándose, por un lado, a los valles de Sajambre y Valdeón, drenados por los ríos Sella y Cares, y por otro, a los valles de Balouta y Suarbol con los ríos Balouta y Moreira, que fluyen hacia el río Navia.


La cuenca del Miño-Sil representa el 27,7% de la superficie provincial y está separada de la cuenca del Duero por los Montes de León, a partir de los cuales, y hacia el oeste, se expande el sistema del Sil. Éste, que nace a más de 1.500 metros de altitud en la vertiente leonesa del puerto de Somiedo, atraviesa las comarcas de Laciana y El Bierzo y tiene como aportes principales, dentro de la provincia, a los ríos Boeza, Cúa, Burbia, Selmo y Cabrera.
La cuenca del Duero representa el 72,1% de la superficie y tiene como eje principal el río Esla, uno de los principales afluentes del Duero con 5.040 hm al año. A él vierten sus aguas la mayor parte de cursos fluviales de la cuenca a través de sus afluentes Porma (con su afluente el Curueño), Bernesga (con su afluente el Torío), Cea y Órbigo(con sus afluentes Tuerto, Turienzo, Duerna, Jamuz y Eria). También forman parte de la cuenca el río Valderaduey, que vierte sus aguas al Duero en las cercanías de Zamora, y el río Grande, que desde los valles de Besande y Valverde de la Sierra desagua en el Carrión, ya en la provincia de Palencia.

Lagos
Entre los lagos y lagunas de origen natural podemos distinguir dos tipos, los de origen glaciar y los esteparios. A los primeros corresponden, entre otros, los lagos Ausente eIsoba en Puebla de Lillo, el lago de La Baña, el lago de Truchillas o el Pozo Cheiroso en Valdeprado. De tipo estepario son, entre otras, la laguna de Chozas de Arriba, las lagunas de Saelices del Payuelo, la laguna de Cal en Fontecha, la Laguna Grande en Bercianos del Real Camino y la laguna de Villadangos del Páramo.


El deterioro de la capa freática ha provocado la desaparición de muchos de los humedales que existían en la provincia, al igual que la desecación de lagunas en el Páramo tras la concentración parcelaria y la puesta en marcha del regadío artificial. En su obra de 1948, Luis Pardo describió 125 en León, de los cuales sobreviven tan sólo medio centenar.


Embalses
Varios cauces fluviales tienen regulado su caudal mediante pantanos, embalses y presas. En la cuenca del Miño-Sil se encuentran los de La Campañana, Las Rozas,Matalavilla y Bárcena. Excepto este último, que también se usa para abastecimiento y regadío, todos ellos sirven para generar energía hidroeléctrica.


En la cuenca del Duero se sitúan los de Barrios de Luna, Casares, Porma, Riaño y Villameca. La mayoría de ellos genera también energía hidroeléctrica además de su uso como abastecimiento y regadío, y algunos de ellos, como los de Barrios de Luna, Porma y Riaño, son usados también para la práctica de deportes náuticos.


Clima

En invierno, las nevadas son habituales en parte de la provincia, especialmente en las montañas.
En términos climáticos, la provincia de León sirve de transición entre la Meseta y las zonas montañosas. El clima predominante es el mediterráneo continentalizado, aunque matizado en algunas zonas, como el noroeste, de influencia atlántica, y la hoya berciana, de temperaturas más suaves. En general, son características una elevada amplitud térmica (desde los 12 a los 20 °C), inviernos fríos y largos, primavera y otoño cortos, heladas y veranos cortos y calurosos.
Las precipitaciones se reparten de forma irregular a lo largo del año y dependiendo de la zona. Así, en la franja norte y noroeste se alcanzan los 1.500 mm anuales mientras que en determinadas zonas del sur de la provincia apenas llegan a los 500 mm. Dichas precipitaciones se concentran sobre todo en otoño y primavera con un mínimo en verano, especialmente acentuado en la llanura, y en forma de nieve en invierno.


En cuanto a las temperaturas, en general es un clima frío debido a la altitud y la abundancia de heladas (que persisten de noviembre a mayo), siendo más intenso en las zonas montañosas llegando a alcanzar los -18 °C por ejemplo en Villamanín. Los veranos son cortos, siendo los días más calurosos entre el 15 de julio y el 15 de agosto en que se pueden llegar a superar los 30 °C.

Flora


La flora de la provincia de León es muy variada, con unas 3.000 especies distintas que representan el 20% de las que se pueden encontrar en la península ibérica. Las formaciones vegetales presentes muestran una diferenciación entre la llanura y la montaña, aunque en ambos dominios predominan las especies mediterráneas y de transición a la vegetación atlántica.


Tras la última glaciación, se implantó un clima más árido propiciando el desarrollo de vegetación xerófila y así, el hayedo retrocedió a las montañas Cantábricas. Allí donde éste se retiró, se implantó la encina, estando actualmente presente solo en rodales dispersos ya que la mayor parte desapareció al sustituirse por tierras de cultivo. Son montes de pies raquíticos, utilizados tradicionalmente para carboneo y leña, de los cuales el más extenso es el encinar de Becares. Junto a la encina se desarrollan el quejigo y las sabinas, que se encuentra en espacios más áridos y de más baja temperatura, como los sabinares de Crémenes y Mirantes de Luna. En las zonas más húmedas se desarrolla el rebollo, ocupando grandes superficies (siendo la provincia leonesa la que mayor extensión presenta de ellos) como monte degradado que ha perdido su porte original.


En cuanto a la montaña, ofrece matices como la altura, la temperatura o la humedad. Hasta los 1.400 metros de altitud se desarrollan los rebollares que enlazan con las repoblaciones de pino silvestre (o en estado natural como en Cofiñal), y en la base con los robledales de carballo y albar, con los bosques de castaños en El Bierzo o los hayedos de las montañas Cantábricas, entre los cuales destaca el Faedo de Ciñera, considerado en 2007 el bosque mejor cuidado de España.
El sotobosque de estos bosques está cubierto por formaciones de matorrales constituidas por helechos, brezo o tojo. Allí donde los árboles no pueden crecer por efecto del frío y de los vientos se encuentra una vegetación de constituida por piornos, enebros, escobas o retamas. La variada masa forestal favorece la aparición de distintas especies de musgos y líquenes, como barbas de capuchino, pulmonarias o musgo de Islandia, así como una abundante flora micológica.


Fauna


La provincia cuenta con una fauna rica y variada debido a su situación de transición entre el mundo mediterráneo y el eurosiberiano y entre la llanura y la montaña. Así, en cuanto a los íctidos, las aguas leonesas sustentan especies autóctonas como trucha común, tenca y barbo o alóctonas como el lucio. En relación a los distintos medios acuáticos están presentes anfibios como el tritón jaspeado, mamíferos como el desmán o la nutria, y aves como distintas especies de ánades y lavanderas o el martín pescador.
En las zonas llanas de la provincia se encuentran aves como la avutarda o el cernícalo y pequeños mamíferos como la liebre y, en zonas arboladas, la comadreja o el armiño. En el entorno de los núcleos de población son comunes las cigüeñas blancas, la golondrina, distintas especies de páridos, las grajas, que en España tan sólo se reproducen en la zona centro-sur de la provincia, o rapaces como el milano real. En las zonas que dan paso a campiñas o bosques están presentes mamíferos como el jabalí, el zorro, el corzo o el lobo. Por último, en las zonas de montaña, ya sea en pastizales o en bosques, habitan el ciervo, la cabra montés, el rebeco, la perdiz pardilla o la garduña y aves como el águila real.




Sin embargo, las especies más emblemáticas dentro de la provincia son el oso pardo y el urogallo. El primero, en su núcleo occidental, se extiende, dentro de la provincia, por Los Ancares, Laciana, Babia y Omaña, y en su núcleo oriental ocupa la Montaña de Riaño. Amenazado de peligro de extinción, en los últimos años su población se ha incrementado gracias al apoyo de las administraciones y el trabajo de organizaciones como la Fundación Oso Pardo con proyectos de conservación y educación medioambiental.


 En cuanto al urogallo, desde principios de los años ochenta ha venido sufriendo un retroceso de su población de hasta el 70% debido a la fragmentación de su hábitat, la baja tasa de reproducción y el alto grado de depredación por lo que se están llevando a cabo programas de conservación mediante mejoras del hábitat o cría en cautividad, entre otros. Además, desde 2005 está constatada la existencia de una población de urogallos en los montes de León, los situados más al sur de todas las poblaciones conocidas, cuya adaptación a un ecosistema mediterráneo resulta única en su especie, viviendo en condiciones de sequía estival y con una dieta distinta a la habitual.


Espacios de interés medioambiental


Red de Espacios Naturales

Desde que en 1991 la Junta de Castilla y León se adscribió al marco legal que permitía la protección y regulación de sus espacios naturales, se ha ido configurando una red que, a fecha de 2010, integra cerca de cuarenta espacios bajo distintas figuras de protección. De todos ellos, la provincia de León alberga ocho espacios entre los que destacan el Parque Nacional de Picos de Europa, creado en 1995 a partir de la ampliación del Parque Nacional de la Montaña de Covadonga, y el Parque Regional de Picos de Europa, creado en 1994.


En cuanto a Espacios Naturales están la Sierra de Ancares, ejemplo de convivencia de influencias gallegas, leonesas y cantábricas, Las Médulas, con su característico modelado antrópico fruto de la minería romana, el Valle de San Emiliano, ejemplo de zona de transición entre la flora y fauna eurosiberiana y la mediterránea, y las Hoces de Vegacervera, de alto valor geomorfológico.
Por último, los monumentos naturales del lago de La Baña y del lago de Truchillas, que destacan por sus valores botánico, faunístico y geomorfológico pero que en la actualidad se encuentran amenazados por la presencia de explotaciones mineras a cielo abierto.

Reservas de la Biosfera
Las áreas catalogadas como Reserva de la biosfera, reconocidas por la Unesco por su interés científico y su riqueza natural y cultural, están representadas en León por siete espacios que ocupan un total de 3.290,253 km2 (un 21,12% del total de la superficie provincial).

Red Natura 2000
La Red Natura 2000, cuyo objetivo es asegurar la supervivencia de las especies y hábitats más amenazados de Europa y que consta de Zonas de especial conservación (ZEC), catalogadas previamente como Lugares de Importancia Comunitaria (LIC), de acuerdo con la Directiva de Hábitats, y de Zonas de especial protección para las aves (ZEPA), dadas en virtud de la Directiva de Aves. está presente en la provincia con 16 LIC y 11 ZEPA.


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